Este es el enlace a su post,
http://elninofrito.blogspot.com/2010/02/la-hermandad-del-sol-la-campana.html
pero de todas formas, lo copio y pego, porque personalmente me ha encantado.
De nuevo me has sorprendido, un abrazo y felicidades por lo que nos ha tocado vivir.
Por fin es oficial y aunque desde hace varios días las noticias eran favorables a su incorporación en la nómina del Sábado Santo, desde este humilde blog no hemos querido echar las campanas al vuelo hasta que no estuviesen todos los cabos atados y bien atados. Después de mucho batallar, porque jamás nadie dijo que este camino de rosas y espinas fuese fácil de recorrer, mi querida Hermandad del Sol hará estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral de Sevilla el próximo Sábado Santo de 2010 (si el caprichoso tiempo no lo impide).
Mucho ha llovido ya, y nunca mejor dicho, desde aquella histórica salida que un grupo de jóvenes estudiantes del Colegio de Villasis protagonizaran desde la calle Pajaritos en 1932, en plena República, para ratificarse en su condición de cristianos comprometidos y cofrades. Y pese la desazón que inundaba el mundo de las cofradías en aquellos difíciles años, continuaron en su empeño hasta 1936, llegando a ocupar la portada del Diario "La Unión" de 18 de abril de 1935, y procesionando desde la Iglesia de San Isidoro a la primera imagen de la Virgen del Sol, gubiada por el escultor Antonio Bidón Villar y que hoy recibe culto en la capilla del Sagrario de la iglesia filial de Ntra. Sra. del Juncal.
Atrás han quedado difíciles años, como su etapa como procesión juvenil por el barrio de los Remedios, la segunda imagen de la Virgen, obra de Navarro Arteaga -hoy en Alcázar de San Juan (Ciudad Real)-, su constitución como Agrupación Parroquial en la Parroquia de los Remedios, su primer Rosario de la Aurora para el que tuvieron que improvisar unas andas que no tenían, el traslado al barrio del Plantinar, el mazaso de su aprobación como Hermandad de Gloria con sede social en el referido barrio y sede canónica en la Parroquia de los Remedios, la oposición del antiguo párroco de San Diego de Alcalá al traslado de la cofradía a la parroquia, el traslado a su actual sede, su aprobación como Hermandad de Penitencia y la primera salida con nazarenos, culminado con la guinda, tan anhelada, de poder hacer estación de penitencia a la Catedral
Setenta y cinco años de lucha, de esfuerzo, de sinsabores, de mentiras, de afrentas, de tragos amargos que por fin reciben el justo premio alcanzado. Hoy aquella ventana de San Isidoro, por donde un día entró un rayo de Sol que iluminaba el rostro de la Dolorosa para bendecirla con su nombre, está más feliz que nunca. Por la calle Pajaritos vuelven a escucharse las risas nerviosas de aquellos chiquillos que sacaban a la calle, por primera vez, a la Virgen del Sol. Hay revuelo de alegría en la calles aledañas a la Parroquia de los Remedios y hoy todo el Plantinar es júbilo desbordado.
Vaya este mi pequeño homenaje a los que, en cada una de sus etapas, dejaron parte de su vida porque aquel sueño de necios sea ya una realidad plena. A la familia Álvarez-Ossorio por mantener viva esta llama, a Manolo Picón, Manolo Siles, Patricio Hidalgo y Eduardo Truán, por tanto trabajado desde el Plantinar, al núcleo de "negros" de la calle Recaredo como los hermanos Sanz, Javier Parrado, José Carlos Cutiño, los hermanos De la Rosa y tanto otros que un día supieron acercarse al Plantinar, a José Manuel Bonilla por desprenderse de todo su arte para legarnos esta bella imagen de la Virgen del Sol, que cada vez es menos escultura y más Madre amorosa, y por último a mis macarenos, Lora, Fajardo, Guerrero,....., quizás sin ellos no habría nunca vivido y compartido este sueño.
¡Qué alegría más grande, nazarenos elegantes de ruán verde, pisarán, viniendo desde el Plantinar, las naves de la Catedral!
Mucho ha llovido ya, y nunca mejor dicho, desde aquella histórica salida que un grupo de jóvenes estudiantes del Colegio de Villasis protagonizaran desde la calle Pajaritos en 1932, en plena República, para ratificarse en su condición de cristianos comprometidos y cofrades. Y pese la desazón que inundaba el mundo de las cofradías en aquellos difíciles años, continuaron en su empeño hasta 1936, llegando a ocupar la portada del Diario "La Unión" de 18 de abril de 1935, y procesionando desde la Iglesia de San Isidoro a la primera imagen de la Virgen del Sol, gubiada por el escultor Antonio Bidón Villar y que hoy recibe culto en la capilla del Sagrario de la iglesia filial de Ntra. Sra. del Juncal.
Atrás han quedado difíciles años, como su etapa como procesión juvenil por el barrio de los Remedios, la segunda imagen de la Virgen, obra de Navarro Arteaga -hoy en Alcázar de San Juan (Ciudad Real)-, su constitución como Agrupación Parroquial en la Parroquia de los Remedios, su primer Rosario de la Aurora para el que tuvieron que improvisar unas andas que no tenían, el traslado al barrio del Plantinar, el mazaso de su aprobación como Hermandad de Gloria con sede social en el referido barrio y sede canónica en la Parroquia de los Remedios, la oposición del antiguo párroco de San Diego de Alcalá al traslado de la cofradía a la parroquia, el traslado a su actual sede, su aprobación como Hermandad de Penitencia y la primera salida con nazarenos, culminado con la guinda, tan anhelada, de poder hacer estación de penitencia a la Catedral
Setenta y cinco años de lucha, de esfuerzo, de sinsabores, de mentiras, de afrentas, de tragos amargos que por fin reciben el justo premio alcanzado. Hoy aquella ventana de San Isidoro, por donde un día entró un rayo de Sol que iluminaba el rostro de la Dolorosa para bendecirla con su nombre, está más feliz que nunca. Por la calle Pajaritos vuelven a escucharse las risas nerviosas de aquellos chiquillos que sacaban a la calle, por primera vez, a la Virgen del Sol. Hay revuelo de alegría en la calles aledañas a la Parroquia de los Remedios y hoy todo el Plantinar es júbilo desbordado.
Vaya este mi pequeño homenaje a los que, en cada una de sus etapas, dejaron parte de su vida porque aquel sueño de necios sea ya una realidad plena. A la familia Álvarez-Ossorio por mantener viva esta llama, a Manolo Picón, Manolo Siles, Patricio Hidalgo y Eduardo Truán, por tanto trabajado desde el Plantinar, al núcleo de "negros" de la calle Recaredo como los hermanos Sanz, Javier Parrado, José Carlos Cutiño, los hermanos De la Rosa y tanto otros que un día supieron acercarse al Plantinar, a José Manuel Bonilla por desprenderse de todo su arte para legarnos esta bella imagen de la Virgen del Sol, que cada vez es menos escultura y más Madre amorosa, y por último a mis macarenos, Lora, Fajardo, Guerrero,....., quizás sin ellos no habría nunca vivido y compartido este sueño.
¡Qué alegría más grande, nazarenos elegantes de ruán verde, pisarán, viniendo desde el Plantinar, las naves de la Catedral!