lunes, 1 de marzo de 2010

LA BANDA DEL SOL, FELICITÓ A SU HERMANDAD.

Tras el último día del Solemne Quinario al Santo Cristo Varón de Dolores de la Divina Misericordia, los hermanos de la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Sol, han tenido el honor y la oportunidad de demostrar, de la forma que mejor saben, el cariño y admiración que se tiene por esta Hermandad y ofrecer este concierto.
En unos momentos tan dulces en los que está inmersa la Hermandad del Sol, la Banda, ha querido dedicar el repertorio de este concierto, a todas y cada una de las personas que han hecho realidad este sueño, que tanto esmero, paciencia y cariño le han dedicado, consiguiendo que esa Esperanza de unos Hermanos y de un barrio, tuviera el sitio que durante tanto tiempo se venía anhelando.
Qué mejor regalo ha podido recibir la Banda del Sol en su XXXV Aniversario, que poder acompañar a nuestros Sagrados Titulares y a sus Hermanos, a realizar Estación de Penitencia a la Santa Iglesia Catedral el próximo Sábado Santo.
Hace poco menos de 20 años, unos músicos, llegaron al Plantinar, incluso, algunos desconocían donde se encontraba este barrio, y era para acompañar a la Imagen de una Virgen Dolorosa, que parecía que por casualidad, tuviera el mismo nombre que la Banda.
Llegaron tocando en ordinario, y los vecinos del barrio, asombrados, miraban preguntándose el por qué de esta banda con cascos brillantes y penacho de plumas.
Fue en la calle Peñalara, a escasos metros donde hoy se está levantando la Capilla que albergará a nuestra Imágenes, donde estaba esa Virgen a la que venían a acompañar, colocada sobre un modesto paso prestado y bajo una loneta atada por los extremos a la fachada de dos bloques de pisos.
Ahí estaba la Madre de Dios, la que con tanto orgullo llevaban ya quince años paseando su nombre por Sevilla sin saberlo, y la que al mirarla a los ojos, les enamoró de tal forma, que hasta el día de hoy, han venido acompañando, tanto en sus alegrías, pocas, como en sus repetidas tristezas.
Mucha agua ha caído, mejor, muchas tormentas se han vivido en las carnes de quienes han conseguido que aquel día, se convirtiera en Sábado Santo, Juan Luis Amaro, Javier Parrado, Eusebio padre de la Banda, el incansable Julio Sanz, Manolo Picón y no olvidarnos del creador de nuestras devociones, José Manuel Bonilla, y por su puesto a sus sufridas familias y todos aquellos que les han rodeado incondicionalmente.
De nuevo, desde la Banda del Sol, se quiere hacer constar, la más sincera de las felicitaciones y agradecimientos, a todas aquellas personas, Hermanos o no, que han puesto en las vidas de estos humiles músicos, el regalo de convertir aquel sueño en una realidad y como fiel reflejo del título de una de las marchas que la banda interpreta, por fin llegó el día, llegó … El momento de Ella.
A todos ellos, de nuevo, Enhorabuena.


Banda de CC. y TT.
Nuestra Sra. de SoL
Fotografias:
Eduardo Truan, Fernando Poblet, bandasol.com, solycostal.