domingo, 4 de abril de 2010

CONSUMATUM EST

... o mi particular crónica de ese Sabado Santo.
Y después de 78 años, ese sueño que comenzó, con un rayo de sol que atravesaba la cristalera de una ventana y se reflejaba en el rostro de una pequeña Virgen, se hizo realidad.
3 de Abril de 2010, una fecha que no olvidaré mientras viva.
Un día intensísimo, desde primeras horas de la mañana, en mi barrio del Plantinar, había un ambiente y aroma distinto, que predecía que algo muy grande estaba a punto de pasar.
Una Capilla, que aún estaba más cerca del lugar donde hacía 41 años, había recibido ese primer Sacramento que evidentemente me marcaría para los restos.
Todo estaba preparado, mejor, magníficamente preparado por ese equipo de Priostia y sus auxiliares, que con tanto esmero y cariño han preparado todo para que esa primera imagen del Sábado Santo, quedara clavada en la retina de todo aquel que se acercara a rezarles a Nuestros Sagrados Titulares antes de realizar la primera Estación de Penitencia a la Catedral de Nuestra Hermandad del Sol.
Un nudo en la garganta al ver y abrazar a tantos Hermanos y Vecinos que han luchado tantísimo por conseguir eso, que incluso hace poco más de una década dábamos por imposible.
“Pepe, ya no podrás decir más, que te irás con la pena de no Verla ir a la Catedral.”
Después del primer “moqueo”, nos esperaba el fantástico desayuno, que José Manuel Palomo y Manolo Sides, nos habían preparado a los costaleros y todo aquel que se quiso acercar, previo atraco a nuestro Currito Lora y la colaboración de mi Mario Matutano de mi alma.
Mucho me extrañaba que Palomo no me dejara ir a por los útiles de trabajo costaleriles, con la escusa de que me tenía que igualar. Y de nuevo… llantina. Tanto a mi “Tito” Guerrero, como a mí, nos tenían preparado sendos cuadros, con motivo de nuestra retirada del costal del Santo Cristo Varón de Dolores.
¡¡ En que buenas manos dejamos al Rey del Plantinar.!!
Ya corriendo, a cambiar la corbata por la faja, y la chaqueta por el costal.
Como ya era rigor, pero en Sábado de Pasión, toca salir preparado de casa de Emilia y Juan, mis queridos suegros, mi sobrinita Gala nerviosita perdida con sus primas, Lola, Mónica y Emilio ultimando detalles como verdaderos anfritiones,ya se habian acicalado Eduardo, de terno negro, contraguía del Varón de Dolores, mis hijas María del Sol y María Elena, también monaguillas del Cristo, y Elena, mi Señora Esposa, con su particular penitencia de avituallamiento familiar.
No cabía un alfiler en los aledaños a la Capilla.
Nadie se quiere perder esta parte de nuestra historia.
Como en barrios castizos, ves caras que hacía años que no asomaban por el Plantinar y que casi con toda seguridad, no volverás a ver hasta el próximo Sábado Santo.
Santa Cruz en el dintel de la puerta, Marcha Real y… pistoletazo de salida.
A vista de pájaro, una sólida línea color “ruanverde”, cruzaba Sevilla, dirección a la Catedral.
Once largas horas pasarían, hasta que nuestras Benditas Imágenes, vuelvan a Casa.
Llegamos al Postigo, lugar a recomendar para futuros años, ya que se tienen que quitar los suplementos de los zancos y con la cuadrilla baja, tirar a tierra, muy a tierra, y los artistas de la Banda del SoL, a palilleras y esplendida “Divina Misericordia”.
La venia en Campana, que a buen criterio decidió nuestro Hermano Mayor Juan Luis Amaro, la pidió Javier Parrado, que me tendrá que contar el secreto para no derrumbarse en ese momento, aunque un pajarito me ha dicho que lo del lacito hay que ensayarlo más, je, je, je.
Los compañeros del jefe, hicieron un respetuoso pasillo de Campeón a la llegada del Jefe.
Entre las volutas del respiradero, vi a nuestro Paco García, que con micrófono en mano, se quedaba clavado mirando hacia El que llevábamos encima, le extendí y apreté la mano y le intenté transmitir los kilos que le pertenecían. Hermano, que te echamos de menos.
Y llegó la revirá de Campana, tras la parada de rigor en el Palquillo y una levantá dedicada a esas Almas generosas que han donado órganos para salvar vidas. Ya no pude aguantar más ese nudo que tenía desde que vi a Nuestras Imágenes en los Pasos, a las nueve de la mañana.
Relevo en Pedro Caravaca. Gracias José Manuel por ese relevo de lujo, y junto a tu compi Juan, tu ángel de la guarda al igual que tu de el, La vi llegar, llegó, venció y convenció.
¡Qué momento tan grande Dios mío!
La Puerta de la Catedral se quedó pequeña para tanta grandiosidad, o al menos eso me pareció a mí, al entrar el Hijo del Altísimo y su Bendita Madre.
Ya todo estaba consumado, ya todo se había cumplido.
Ahora ya sólo quedaba Llevarlos de nuevo a Casa.
Combinación entre amplias avenidas o estrechas callejuelas.
Y personalmente, de nuevo, a disfrutar al máximo, en ese trocito del recorrido, que ya había realizado días antes con la Hermandad de San Bernardo el Miércoles Santo.
Entramos en la calle Santo Rey, a un golpe de llamador que Palomo y Parrado tuvieron a bien de que diera D. José Pardiñas, para quien no lo sepa, el Director de mi Banda del SoL,… Medea y Adagio. Salimos por Almonacid, tras un sincero agradecimiento a la Junta de Gobierno de San Bernardo, por ofrecernos su recién estrenada Casa Hermandad, como punto de apoyo de regreso al Plantinar.
El Barrio, desde lejos, nos abría los brazos nada más aparecer por Fernández de Ribera camino a encontrarse casi de frente con el azulejo de la Virgen del Sol en la calle que lleva su nombre.
Que trabajito costó Dejarlos, donde hacía casi doce horas estábamos deseando de Sacarlos.
Bendición, Sacra Conversación, saetas y Marcha Real e Himno Nacional.
Alegría desbordada por todo y cada uno de los poros de los que vivimos estos momento.
Lagrimas por tanta emoción contenida.
Y en la mente, todos aquellos que han participado de una u otra forma en que llegara este día:
Los que iniciaron aquella locura hace cerca de 80 años, Los que pensaron en que en el Plantinar se continuara su sueño, Miembros de la Asociación y después Agrupación, Juntas de Gobierno de Gloria y de Penitencia, Familiares y Amigos, Nuestras Incondicionales Bandas, a tantas Personas Anónimas, Hermandades y Entidades que nos apoyaron y que no, la Iglesia y ... y la Iglesia, Vecinos que nos dieron calor y los que nos intentaron quemar, Medios de Comunicación que dijeron verdades y los que dijeron sus verdades y sobre todo, Aquellos que se fueron y a los que ahora vendrán.
Y ahora toca… mirada fija al frente… contador a cero… y a plantearse nuevos propósitos.